Cómo evitar los ladridos del cachorro cuando se queda solo

Una de las denuncias que más se repite entre las comunidades de vecinos, tiene que ver con las molestias producidas por los ladridos y aullidos repetitivos que se suceden cuando un perro se queda solo en casa.

El ladrido o aullido no es más que la manifestación de un cachorro o perro cuando se queda solo. El sentimiento de desprotección e inseguridad que sufre el perro cuando siente que su “manada” le ha dejado solo, le genera una angustia y una ansiedad tan alta que lo manifiesta ladrando intermitentemente, ante la desesperación de los vecinos, que tienen que soportar esa continua canción durante horas (consulta el artículo sobre la ansiedad por separación).

Hay perros que se dedican a ladrar durante horas de manera continua. Otros perros ladran cuando escuchan algún ruido que les provoca miedo y ladran con tal de defenderse y ahuyentar ese posible depredador. De una manera u otra, es fundamental poner solución a este problema si queremos evitar problemas legales con nuestra vecindad.

Para empezar, cuando decidas tener un cachorro es importante que empieces a educarlo en la confianza. ¿Cómo se logra esto? Por una parte, educa siempre con el adiestramiento en positivo, es decir, disciplina y amor sin castigos ni agresiones al cachorro (consulta los artículos del blog que tratan este tema), de esta forma fortalecerás su autoestima. En segundo lugar, una correcta socialización, es decir, desde los 2 a los 4 meses debe socializarse con todo tipo de personas, perros, ruidos, sonidos, etc. Ya en tu casa, acostúmbralo a ruidos fuertes como los de la televisión, al aspiradora, la batidora, la lavadora, la secadora, etc. y en la calle, a los ruidos de coches, camiones, sirenas, silbatos, claxon, etc., de esta forma, se sensibilizará hacia todo tipo de ruidos, por lo que cuando se quede solo en casa no tendrá miedo a cualquier sonido que escuche y, en tercer lugar, ejercicio físico. Esto es mucho más importante de lo que crees. Por eso, antes de ir a trabajar por la mañana, debes salir con tu perro a la calle. Cuando me refiero a salir a la calle no me refiero a que haga sus tres pipís y ya está. Me refiero a que le ayudes a agotar toda esa energía que ha ido acumulando durante toda la noche. Coge una bici, unos patines o practica footing y que tu perro te acompañe. Necesitarás tan solo 30 minutos: adáptate a las exigencias físicas de tu perro. Ya sabes que hay perros más activos que otros. Un dálmata, por ejemplo, necesitará una disciplina de ejercicio intenso debido a su alto nivel de energía, por el contrario, un carlino o pug, necesita una disciplina de ejercicio moderado, debido a que se cansa rápido. De esta forma, durante el resto de la mañana la ansiedad habrá disminuido considerablemente, y por ende, los ladridos.

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Por otra parte, ya sabes que hay perros que ladran más que otros. Un Yorkshire es uno de los perros más ladradores, por el contrario, un Bulldog Francés es de los que menos ladran. Trabaja el tema de educar a tu cachorro a que no ladre por cualquier cosa (consulta los diferentes artículos en los que trato este tema).

Preocúpate por tu comunidad de vecinos. Los primeros días que dejes a tu cachorro solo en casa, consulta con tus vecinos si han oído a tu cachorro ladrar, cómo ladra, si el ladrido es continuo o esporádico, etc. Si observas que el ladrido es continuo debes enfrentarte a este problema. Sigue las pautas que he comentado anteriormente, pero además, refuerza estas pautas contando con la ayuda de algún familiar, amigo o vecino. Déjale las llaves de tu casa y opta para que visiten a tu perro y lo saquen a pasear, déjalo en casa de algún familiar o vecino o, en casos más graves, tendrás que optar por contratar una guardería de perros donde dejar a tu cachorro.

Es importante que seas consciente de la problemática que suponen los ladridos continuos de un perro durante horas a las personas que están expuestas a esta molestia. Estas personas pueden sufrir insomnio, ansiedad, estrés, etc. Es por esta razón, que debes tener en cuenta que tus vecinos no se molestan por capricho, sino por una situación de estrés que puede derivar en problemas médicos.

Evitando de todas las formas posibles tener problemas legales con tus vecinos te ahorrará problemas como los que tuvieron que hacer frente una familia de Cataluña, quienes fueron condenados en 2007 por la Audiencia Provincial de Barcelona, por ejemplo, a pagar 5.271 euros por los ladridos de sus perros, ya que sus vecinos no lograban conciliar el sueño.

Sobra decir que estoy totalmente en contra de los artilugios de tortura que venden para evitar los ladridos, como los famosos collares eléctricos. Tu cachorro sufre por partida doble: sufre por las descargas y sufre por la ansiedad y el miedo. La educación siempre es la mejor herramienta.

Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”