¿Por qué se vuelve agresivo un perro?

Observa bien el título de este post: por qué se vuelve agresivo un perro. Esto ya da a entender que ningún perro nace agresivo, sino que, por diversas circunstancias y factores, se vuelve agresivo, y es precisamente a estos factores a los que vamos a hacer referencia en este artículo, con el fin de poder así evitar que el perro fije en él una personalidad agresiva.

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Debemos desmitificar ya que hay razas agresivas, como la mala fama de los perros llamados bull (pitbull, american staffordshire terrier, etc.). Si bien hay razas que se “crearon” como perros de pelea, es la educación la que va a moldear la personalidad del perro, por tanto, sigue bien estas pautas que te voy a enumerar para evitar que cualquier perro, sea de la raza que sea, se vuelva agresivo:

• Una de las más importantes es educar en positivo. El adiestramiento positivo se basa en el refuerzo de las conductas deseadas, ignorando las indeseadas, o utilizando un estímulo nunca físico para desbloquear la acción, por ejemplo, un SHH, un NO, una palmada en el aire, etc. basta para cortar la conducta indeseada. Es fundamental para que el perro asimile la enseñanza de conductas no deseadas, es decir, lo que no debe volver a hacer (no morder, no hacer pipí en un sitio concreto, no ladrar, etc.), que le marques el SHH, el NO o la palmada al aire en el mismo momento en que se produce la mala conducta. Por ejemplo, de nada sirve llegar a casa, encontrarse un pipi de hace una hora y regañar al perro. No sirve de nada porque el perro no entiende de temporalidad, sencillamente, no sabrá por qué le estás regañando.
• Jamás se debe utilizar el castigo físico o humillante en la educación del cachorro o perro. Ni golpes, ni cachetes, ni restregar el hocico en el suelo, ni amenazarle con el periódico… Todas estas conductas infunden miedo y promueven la agresividad. Lo digo siempre: la violencia genera violencia, por tanto, nada de violencia con tu perro, porque puede llegar el día en que el perro se vuelva contra ti, por la sencilla razón de que es lo que le has enseñado. Y una vez fije una personalidad agresiva o temerosa, es más probable que su temperamento sea irascible, temperamental y agresivo contigo, con extraños y con todo lo que le rodea.
• Cuando hablamos de disciplina, no hablamos de una disciplina militar, sino de que esa educación en positivo se rija por unas normas que el perro debe cumplir (las que con tu familia consensuéis), de educarle en obediencia básica (fundamental y muy beneficiosa para estimularle mental y emocionalmente), de acatar unas rutinas y de enriqueceros de ese proceso de enseñanza y aprendizaje.
• La socialización es básica. Entre los 2 y los 4 meses todo cachorro pasa por una etapa muy sensible de socialización. Si durante los 2 y los 4 meses tu cachorro no se ha relacionado con otros perros, personas o entorno en general, tiene muchas probabilidades de desarrollar conductas temerosas o agresivas, por tanto, ojo con esta etapa, no te la saltes porque moldear luego la personalidad del perro será mucho más complicado (que no imposible).
• Cubre todas las necesidades fisiológicas del perro. Si preguntara cuáles son, la mayoría respondería: “darle de comer, llevarlo al médico, quererlo mucho, …” y pocos se acordarían de decir “proporcionarle ejercicio físico”. La falta de ejercicio físico es la responsable de que la mayoría de perros presente problemas de conducta. Con el ejercicio físico el perro libera toda la energía acumulada, es decir, la ansiedad. Si no permitimos que el perro haga ejercicio, esa necesidad de hacer actividad física se convierte en ansiedad, y la ansiedad le llevará a realizar conductas inapropiadas, incluso, el desarrollo de conductas agresivas. Ocurre mucho con perros que no suelen salir de casa, están atados la mayor parte del día o confinados en un patio. Estas acciones son un tipo de abuso animal que llevan a cabo muchos propietarios sin ser conscientes del daño que producen en sus perros. Todo propietario debe adaptarse a las necesidades físicas de su perro (cada raza o cruce de razas tiene su nivel de energía, es decir, habrá perros que no necesiten mucho ejercicio y habrá otros que necesiten muchísimo).
• No humanizar. La manía de educar a los perros como si fueran niños pequeños desarrolla en muchos casos que los perros sean agresivos. Esta manía de andar, por ejemplo, cargando con el perro haya donde vayan, en vez de dejarlo andar en el suelo y así liberar energía, desarrolla personalidades dominantes y agresivas (¿cuántos chihuahuas que vas a acariciar te han intentado morder?). Y así, con muchas conductas. Recordemos que son una especie diferente a la nuestra, y por tanto, requieren de una educación diferente.

Si has fallado en algunas de estas pautas, estás a tiempo de redirigirlas. Muchos propietarios piensan que ya no están a tiempo y pensar así es muy cómodo: me aguanto con el perro que tengo y ya. No. Los perros, como los humanos, aprenden durante toda su vida. Un perro mal educado de 15 años, puede reeducarse. Costará más y requerirá de mayor esfuerzo y paciencia, pero jamás te rindas, porque tu perro necesita ser un perro equilibrado, y un perro agresivo créeme que no es feliz.

Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”