La importancia de ser el guía de tu perro

El concepto líder de la manada, que empezó a ser conocido y que cobró fama gracias al educador canino más famoso del mundo César Millán, resume lo que todo propietario de cachorro o perro debe ser: un líder de la manada. Todo lo contrario de lo que hacen la mayoría de propietarios que humanizan a su perro, tratándolo desde muy cachorro como un niño, permitiéndole cosas que a simple vista son inofensivas, pero que crean en el perro un líder dominante de la familia, un perro desequilibrado, frustrado e infeliz.

Por tanto, quiero que entiendas por qué es importante actuar como un líder de la manada: los perros en su estado salvaje viven en manadas, dentro de una jerarquía social muy acentuada. Hay un perro líder o pareja líder, cuya función es la de proteger a la manada, por lo que tiene todo el peso de la responsabilidad y toma de decisiones del grupo. Como líder, él va por delante de la manada, come primero y la mejor comida, duerme en el sitio más alto… El resto de perros de su manada, se conforman y son felices siendo sumisos, acatando las normas del grupo y respetando a su líder.

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¿Qué pasa cuando un perro llega a casa? Como no tiene un líder definido, empieza a asimilar el rol de líder gracias a los actos que muchos propietarios hacen inconscientemente: dejarle subir a la cama o al sofá, darle de comer cuando la familia está sentada en la mesa, dejarlo salir siempre el primero por la puerta, acariciarlo cuando se apoya sobre nuestras rodillas pidiendo mimos, tirándole la pelota cuando va a buscarla y nos la trae… En realidad, todos estos actos que realiza el perro de pedir, y nosotros sin darnos cuenta le ofrecemos lo que pide, lo único que conseguimos es reavivar su liderazgo.

Por tanto, empieza a ser consciente de todos estos actos, porque si “acatas” todo lo que el perro te pide, tendrás un líder en casa que va a hacer lo que quiera: orinar donde le plazca, ladrar cuando quiera, romper cosas porque quiere divertirse… Tú eres el líder y como tal, tienes que marcar las normas de la casa (siempre consensuadas con la familia), y el mejor favor que puedes hacer a tu cachorro es hacerle sumiso, porque un perro sumiso es feliz de complacer a su líder de la manada cuando le pide cosas: siéntate, ven, túmbate, cállate, no!… todas las normas que acate, y sean elogiadas por su dueño, serán logros que habrá conseguido tu cachorro y que le harán tremendamente feliz.

Por el lado contrario, si creamos un perro líder, este perro tendrá una responsabilidad sobre él, que hará que no disfrute de su rol. Y peor aún, cuando encontramos propietarios que confunden al perro con actos que permiten hacer al perro y actos que no permiten hacer al perro lo que supuestamente debería hacer: si hay choques de roles en las órdenes, el perro no sabrá si tiene que actuar como líder o como sumiso.

Así que, no pierdas el tiempo, y asume desde hoy mismo tu rol de líder de la manada. Asegurarás un futuro feliz a tu perro.

Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”