Enfermedades de transmisión sexual en perros

¿Cómo? ¿No sabías que existían también las enfermedades de transmisión sexual en perros?

Bueno, exactamente no existe una enfermedad de transmisión sexual específica en perros.

Sin embargo, sí existen enfermedades infecciosas que pueden transmitirse durante el apareamiento o el contacto sexual entre perros.

Enfermedades en muchos casos muy graves de las que vamos a hablar en este artículo.

Tenlas en cuenta, porque no es ninguna broma.

Afortunadamente, la recién estrenada ley de bienestar animal ya prohíbe la cría de perros sin ser criador certificado (estando dado de alta en el registro de criadores de España).

Por lo que o esterilizas a tu perrita o tienes que estar observando bien de cerca que no sea montada por ningún macho durante su celo.

Enfermedades de transmisión sexual en perros

La mayoría de adoptantes solo se le ha pasado por la cabeza que lo peor que le podría pasar a su perra no esterilizada y en época de celo es quedarse preñada y parir una camada de preciosos cachorros.

Pero no, la realidad es que también queda expuesta a diversas enfermedades que se pueden contagiar durante el apareamiento.

Por cierto, enfermedades muchas de ellas que pueden contagiarse al ser humano.

Son las siguientes.

Brucelosis canina

La brucelosis canina es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Brucella canis que afecta principalmente el sistema reproductivo de los perros.

La enfermedad se transmite principalmente por contacto sexual entre perros y también puede transmitirse a través de la leche materna, la saliva, la orina y otros fluidos corporales.

Los síntomas de la brucelosis canina pueden incluir inflamación de los testículos y próstata en los machos, inflamación del útero y ovarios en las hembras, infertilidad, abortos espontáneos, partos prematuros y mortinatos.

También pueden presentar síntomas generales como fiebre, pérdida de peso y letargo.

La brucelosis canina es una enfermedad grave que puede ser difícil de tratar y que puede transmitirse a los humanos, especialmente a aquellos con un sistema inmunológico comprometido.

Por lo tanto, es importante que los adoptantes de perros tomen medidas para prevenir la enfermedad, como la esterilización de los perros, el control del apareamiento y la realización de pruebas regulares de brucelosis en los perros reproductores.

Si se sospecha de brucelosis canina, se debe buscar atención veterinaria de inmediato.

CHV o herpes virus canino

El herpes virus canino (CHV) es un virus altamente contagioso que afecta principalmente a los perros jóvenes y puede ser fatal en los cachorros recién nacidos o no destetados.

El virus se transmite principalmente por contacto directo con perros infectados y también puede ser transmitido a través de la placenta de la madre infectada.

Los síntomas del herpes virus canino incluyen fiebre, pérdida de apetito, letargo, tos, congestión nasal y ocular, diarrea y vómitos.

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En los cachorros recién nacidos, el virus puede causar una enfermedad conocida como síndrome de muerte súbita del cachorro, que se caracteriza por la muerte repentina de los cachorros sin signos previos de enfermedad.

Actualmente, no hay una cura para el herpes virus canino, pero se pueden administrar tratamientos de apoyo para aliviar los síntomas y mejorar las posibilidades de supervivencia de los perros infectados.

También existen medidas preventivas, como la vacunación de los perros reproductores y la separación temprana de los cachorros de su madre infectada para prevenir la propagación del virus.

Clamidia en perros

La clamidia en perros es una infección bacteriana que puede afectar a los ojos, el tracto respiratorio y el tracto genital.

Es causada por la bacteria Chlamydia psittaci, que es una especie de bacteria intracelular obligada.

Los síntomas de la clamidia en perros pueden variar según la parte del cuerpo afectada.

En el caso de los ojos, los síntomas pueden incluir secreción ocular, enrojecimiento, hinchazón y conjuntivitis.

Cuando se da en el tracto respiratorio, los síntomas pueden incluir tos, estornudos y dificultad para respirar.

En el caso del tracto genital, los síntomas pueden incluir secreción vaginal o peniana, así como dolor al orinar.

El tratamiento de la clamidia en perros suele consistir en la administración de antibióticos, como la doxiciclina o la azitromicina, durante un período de varias semanas.

También es importante asegurarse de que el perro esté bien hidratado y mantenerlo alejado de otros perros hasta que haya completado su tratamiento.

Es importante consultar a un veterinario si sospechas que tu perro puede estar infectado con clamidia, ya que el tratamiento oportuno puede ayudar a prevenir complicaciones graves.

Enfermedad de Lyme en perros

La enfermedad de Lyme en perros es una infección causada por la bacteria Borrelia burgdorferi, que se transmite a través de la picadura de garrapatas infectadas.

Esta enfermedad es común en zonas con alta población de garrapatas, especialmente en áreas boscosas.

Los síntomas de la enfermedad de Lyme en perros pueden incluir cojera, fiebre, pérdida de apetito, letargo y rigidez en las articulaciones.

También pueden presentar inflamación de los ganglios linfáticos, dificultad para respirar, tos y vómitos.

En casos graves, la enfermedad puede afectar el sistema nervioso central del perro, lo que puede resultar en convulsiones y problemas de comportamiento.

El diagnóstico de la enfermedad de Lyme en perros se realiza mediante un análisis de sangre para detectar anticuerpos contra la bacteria.

El tratamiento suele incluir la administración de antibióticos, como la doxiciclina, durante un período de varias semanas.

Además, se pueden administrar antiinflamatorios y analgésicos para aliviar el dolor y la inflamación.

La prevención es la mejor manera de proteger a su perro de la enfermedad de Lyme. Esto incluye el uso de productos antiparasitarios, como collares antipulgas y garrapatas, y la revisión regular del pelaje de su perro en busca de garrapatas.

Si tu perro muestra síntomas de la enfermedad de Lyme, es importante llevarlo al veterinario de inmediato para recibir tratamiento y evitar complicaciones graves.

Leptospirosis canina

La leptospirosis canina es una infección bacteriana causada por la bacteria Leptospira interrogans.

Esta bacteria se encuentra comúnmente en aguas dulces contaminadas, suelos húmedos y en animales infectados como ratas y zorros.

Los perros pueden contraer la enfermedad al entrar en contacto con orina infectada, agua o suelo contaminados.

Los síntomas de la leptospirosis canina pueden variar de leves a graves y pueden incluir fiebre, falta de apetito, vómitos, diarrea, dolor abdominal, ictericia, orina de color oscuro, letargo y dificultad para respirar.

En casos graves, la enfermedad puede provocar insuficiencia renal y hepática, así como daño en otros órganos del cuerpo.

El diagnóstico de la leptospirosis canina se realiza mediante un análisis de sangre y orina para detectar la presencia de la bacteria.

El tratamiento suele consistir en la administración de antibióticos, como la doxiciclina o la penicilina, durante varias semanas.

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Además, los perros pueden requerir hospitalización para recibir tratamiento de apoyo, como fluidoterapia y terapia de reemplazo renal.

La prevención es la mejor manera de proteger a su perro contra la leptospirosis canina.

Esto incluye mantener a su perro alejado de aguas estancadas o suelo húmedo contaminado, y asegurarse de que esté vacunado contra la enfermedad.

La vacuna contra la leptospirosis es parte de la vacunación básica recomendada para los perros y se administra anualmente o según lo recomendado por el veterinario, dependiendo del riesgo de exposición.

Si tu perro muestra síntomas de la leptospirosis, es importante llevarlo al veterinario de inmediato para recibir tratamiento y evitar complicaciones graves.

Enfermedad de la garrapata

La enfermedad de la garrapata es un término general que se refiere a varias enfermedades transmitidas por garrapatas.

Estas enfermedades pueden afectar a los perros y causar una variedad de síntomas, desde leves hasta graves.

Las enfermedades más comunes transmitidas por garrapatas que afectan a los perros incluyen la enfermedad de Lyme, la babesiosis, la anaplasmosis y la enfermedad de la fiebre maculosa.

La enfermedad de Lyme es causada por la bacteria Borrelia burgdorferi, que se transmite a través de la picadura de una garrapata infectada.

Los síntomas incluyen cojera, fiebre, pérdida de apetito, letargo y rigidez en las articulaciones.

La babesiosis es causada por parásitos que se transmiten a través de la picadura de una garrapata infectada. Los síntomas incluyen fiebre, letargo, anemia, falta de apetito y aumento de la sed.

La anaplasmosis es causada por bacterias que se transmiten a través de la picadura de una garrapata infectada. Los síntomas incluyen fiebre, letargo, falta de apetito y dolor en las articulaciones.

La enfermedad de la fiebre maculosa es causada por la bacteria Rickettsia rickettsii, que se transmite a través de la picadura de una garrapata infectada. Los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, náuseas, etc.

Cómo prevenir las enfermedades de transmisión sexual en perros

Como has leído, las enfermedades de transmisión sexual en perros son una cuestión muy preocupante para los que tenemos perros.

Algunas medidas que pueden ayudar a prevenir la transmisión de enfermedades de transmisión sexual en perros son:

  1. Castración/esterilización: La castración o esterilización puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades de transmisión sexual en perros. Esto se debe a que los perros castrados/esterilizados son menos propensos a exhibir comportamientos sexuales arriesgados.
  2. Evita el apareamiento con perros desconocidos: Siempre que sea posible, evita que tu perro se aparee con perros desconocidos, especialmente si no se sabe nada sobre su historial de salud sexual.
  3. Mantén a tu perro lejos de perros enfermos: Si tu perro entra en contacto con un perro enfermo, puede contraer enfermedades de transmisión sexual. Mantén a tu perro alejado de cualquier perro que parezca enfermo.
  4. Mantén a tu perro limpio: Un perro limpio es menos propenso a contraer enfermedades de transmisión sexual. Baña a tu perro regularmente y asegúrate de que su área genital esté siempre limpia.
  5. Visita regularmente al veterinario: Los veterinarios pueden detectar enfermedades de transmisión sexual en perros y proporcionar tratamiento temprano. Lleva a tu perro al veterinario regularmente para una revisión completa.

Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”

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