La agresividad en los perros

agresividad en perros

La agresividad en los perros es uno de los comportamiento que más preocupan a los propietarios.

La mayoría de la gente piensa que la agresividad va implícita en ciertas razas, las catalogadas como razas de perros peligrosas, como  el Pitbull, el Rotweiller, el American Staffordshire Terrier, el Doberman o el Dogo Argentino… cuando esta afirmación es totalmente falsa.

Pero, ¿por qué estas razas son injustamente encasilladas como peligrosas?

Porque son razas dominantes, que necesitan de adoptantes experimentados que sepan educar al perro, sin humanizarlo ni convertirlo en poco menos que una máquina de matar.

La proporción de ataques de perros a personas respecto a la cantidad de perros que existen es tan pequeña, que en cuanto sale un caso de un ataque, se expande la noticia como la pólvora y se generaliza: esta raza es agresiva, por tanto peligrosa.

Pues déjame decirte que el chihuahua o el caniche son las razas que más ataques a personas producen y no salen en las noticias.

Es evidente que un chihuahua o un caniche no van a matar a nadie, y un perro de tamaño y robustez como las razas mencionadas anteriormente, sí pueden y lo han hecho, pero quiero subrayar que son hechos aislados.

Han sido perros desequilibrados que por la imprudencia de sus adoptantes han acabado produciendo un ataque.

Sobre los perros agresivos

La agresividad no es innata, no viene dada en los genes, sino que la agresividad es aprendida y se desarrolla por diversas causas, la principal, la falta de educación (no solo en los perros, sino sobre todo, en los adoptantes).

Hace falta concienciar a los adoptantes de perros de la necesidad de informarse y tener conocimiento de cómo educar, cuidar y alimentar a un perro.

Quiero que, como adoptante, tengas claro esta premisa: el perro por naturaleza no es agresivo, sino que nosotros creamos una serie de factores estresantes que provocan que el perro acabe siendo agresivo.

Esto no significa que si el perro ha mordido una vez, vaya a hacerlo siempre.

Tu perro puede morder una vez y no volverlo a hacer jamás, pero todo dependerá de los factores estresantes que le rodeen.

Factores que desencadenan la agresividad canina

El perro no fue socializado de forma correcta entre las 4 y las 12 semanas

Este periodo de sensibilidad social, es fundamental para la futura personalidad del perro.

Si a un cachorro no se le enfrenta a los estímulos externos como otros perros, otras personas, otros olores, otros sonidos… durante este periodo, provocaremos en el perro que desarrolle una personalidad insegura, y esta inseguridad le llevará a ser antisocial y agresivo en sus interacciones.

En este sentido, los veterinarios hacen un flaco favor a los adoptantes cuando les prohíben sacar a sus cachorros hasta que no tengan todas las vacunas puestas.

El perro no es educado según la psicología canina, sino que ha sido humanizado siguiendo los patrones de la lógica humana

Hay que desterrar ya la figura del perro como si fuera un niño.

Es otra especie animal, diferente a la nuestra, y debemos educarlo según sus normas de convivencia y psicología.

Jamás debemos imponer nuestra naturaleza, sino respetar la suya.

El perro está expuesto a mucho estrés debido a la falta de ejercicio

Hay razas de perros con más energía que otras.

Siempre remarco la importancia de saber elegir la raza que mejor se adapta a nuestro estilo de vida.

Hay perros pasivos para personas sedentarias, y hay perros activos para personas muy activas.

Si no elegimos la raza adecuada a nuestro estilo de vida, podemos caer en el error de no aportarle el suficiente ejercicio físico, provocando que el animal desarrolle ansiedad.

Esa ansiedad puede suponer conductas inapropiadas como ladridos excesivos, destrozos en casa, hoyos en el jardín, … y ataques de agresividad.

Diferentes tipos de agresividad

Hay ciertos tipos de agresividad, pero la mayoría de episodios de agresividad en el perro vienen dados por la necesidad del perro de afianzar su rol.

Si educamos correctamente al perro no hará falta vivir estos episodios.

Si lo confundimos con nuestras acciones, es muy posible que se viva algún episodio de agresividad (por ejemplo, el perro que gruñe cuando come).

Otro tipo de agresividad es la territorial, que es cuando el perro defiende lo que considera su territorio (por ejemplo, cuando tiene un juguete y es capaz de morder si alguien se lo quita o el perro que muerde al cartero cuando viene a dejar sus cartas). otros tipos de agresividad son las relacionadas con el miedo, con la maternidad, etc.

De un modo u otro, los perros en el estado salvaje utilizan la agresividad de forma sana y natural para establecer las relaciones entre ellos.

Pero el perro doméstico no debe por qué ser agresivo nunca si se le educa de forma correcta y según sus normas de comportamiento.

Te invito a que te empapes de todo el conocimiento posible para entender a tu perro, educándole de forma sana y equilibrada para hacerlo feliz y pueda convivir en completa armonía con los tuyos y con el resto de la sociedad.

Sandra Ferrer.
Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”

4 comentarios

  1. SANDRA,SALUDOS y nuevamente GRACIAS por la información de la agresividad en los perros, todo esto nos va sirviendo para tratar de ir educando al cachorro y a nosotros mismos.

  2. Hola,buenos días!

    En primer lugar, gracias por toda la información. Tenemos una perra, Mía, rescatada por nosotros mismos, que tendrá unos 6 meses. Llevamos con ella tres y aún tiene miedo a salir a la calle, está siempre pendiente de cualquier ruido, movimiento, no es capaz de quedarse sola, por las noches tiene muchas pesadillas y, la mayoría de ellas, nos despierta para que le toquemos y para quedarse tranquila de que seguimos con ella. Le gusta estar con perros y jugar, pero todavía desconfía de todo.

    Ahora le está dando por ser agresiva en momentos puntuales: si un perro se acerca a su comida, a su cama. Ha llegado a morder a dos perros pero sin hacerles “daño” (sangre). Una vez vomitó, se lo quiso comer y, evidentemente, un miembro de la familia la apartó, y, en ese momento, Mía le gruñó y le sacó los dientes (a mí no me lo ha hecho). Por último, hace un par de días, mi hermano la apartó de debajo de la mesa,donde está la estufa, y fue a morderle.

    La amamos, estamos enamorados de ella, pero no puede ser así. Creo que se en qué estamos fallando nosotros (humanizarla, pero ya se terminó por completo), pero, aún así, no atiende a su nombre, no somos capaces de entrenar su obediencia puesto que está pendiente de todos los ruidos que existe. Se sienta y da las dos patas muy bien, pero solo dentro de la casa (donde no hay tanto ruido).

    No se cómo actuar para que no muerda más en ciertos momentos. Luego es muy cariñosa y besucona. ¿Qué podemos hacer Sandra?

    Muchas gracias por todo y un saludo!!

    • ¡Hola Clara! Hay perros muy territoriales, posesivos con sus cosas. En estos casos, sobre todo, hay que utilizar siempre un tono suave pero conciso para decir NO y premiar siempre cuando haga caso. Cuando hay contacto físico, como el hecho de apartar, es normal que haya perros que según sus experiencias pasadas actúen gruñendo como aviso. Gruñir es muy sano porque es su forma de comunicar que no le gusta o no está de acuerdo con la situación. Con el tiempo trabaja la confianza a base de premiar las conductas que quieras reforzar, evitando episodios violentos aunque sea de forma oral: no usar gritos, no usar aspavientos, etc.

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