Nos encantaría que nuestro perro nos acompañara a todas partes, ¿verdad? Pero la sociedad no lo pone fácil y es que hay muchos motivos para ello: perros mal educados, propietarios que no recogen las cacas, etc. Aún así, cada vez hay más bares y restaurantes que permiten que nuestro perro nos acompañe, tanto si es para comer o cenar como para tomarnos una caña, tanto dentro del propio establecimiento como solo en la terraza.
Entonces, ¿cuáles son las claves que debes cumplir para que tu perro pueda acompañarte? La mayoría de las claves son bastante lógicas, pero algunos propietarios suelen pasarlas por alto, por eso, vale la pena recordarlas:
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- Limpieza. Debes mantener siempre tu perro limpio y bien cepillado. Jamás te presentes en un bar o restaurante, aunque sea en la terraza, con el perro sin desparasitar, recién llegado de la playa mojado o con barro en las patas o cuerpo. Si a ti te molestaría estar sentado junto a una persona que huela mal y sucia, debes considerar lo mismo para tu perro, también puede molestar a los clientes del establecimiento que sacuda el pelo y lluevan pelos sobre todas las mesas, o esté rascándose continuamente.
- Siempre con correa corta. Ten en cuenta esto porque es muy importante. Tu perro debe estar atado con correa corta a tu silla, jamás puede ir suelto porque podría ir a molestar a otras mesas o escaparse tras una hembra en celo o un gato despistado llevándose por delante clientes y mobiliario vario.
- Lleva siempre un dispensador de agua. Es muy cómodo ir por la vida sin bolso y con el mínimo peso posible, pero debes ser consecuente. Evita pedir al establecimiento que ponga un bebedero para tu perro (a no ser que el establecimiento ya tenga uno preparado) y mucho menos aprovechar algún cenicero o plato del restaurante para llenarlo de agua. Además de una guarrada te pueden llamar la atención, tanto los clientes como el dueño del establecimiento.
- Acude al bar o restaurante siempre tras un largo paseo con tu perro. Que tu perro esté cansado es fundamental para que se porte de lujo una vez te sientes en la mesa. Solo le apetecerá descansar a tu lado, evitando estar ansioso por irse a caminar, pidiendo comida a ti y a otros clientes o ladrando a todo lo que pase por delante.
- Debe estar bien educado. Esto es fundamental. Si quieres ir a un restaurante o bar debes procurar que sepa comportarse: que no esté pidiendo a los clientes, ladrando cada dos por tres, tirando de la correa sin cesar porque ha visto a otro perro, etc.
- Así como debe haber hecho ejercicio antes de acompañarte de terrazas, también es importante que haya comido. Como comprenderás, ir a una terraza con el perro hambriento provocará que esté constantemente pidiendo o mendigando comida, a ti y otros comensales del establecimiento, causando las respectivas molestias, o consiguiendo que le den algo que pueda causarle daños (recuerda que hay alimentos tóxicos como las nueces de macadamia que se encuentran entre el picoteo de muchos bares).
- Ni se te ocurra subir al perro a una silla. Créeme que lo he visto con mis propios ojos y, evidentemente, está totalmente prohibido. ¡Podrían multar al establecimiento por falta de medidas higiénico-sanitarias! Una cosa es que te acompañe, y otra muy diferente, que comparta mesa contigo.
El saber estar del perro, tu civismo y la educación son fundamentales para que tu perro pueda convivir de forma equilibrada con el resto de la sociedad. Si queremos ganarnos la presencia de nuestro perro en más establecimientos, debemos empezar por dar ejemplo.
Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”
Clientes que le ponen el plato de comida direcro de la mesa al suelo para el perro, que dejan las cacas, los vómitos y el agua derramada por el suelo y se van sin despedirse, le dan de beber del mismo vaso… barbaridades como estas las veo un dia sí y otro también.
No veo empático ni lógico que se le obligue a los hosteleros a admitir perros, primero hay que educar a sus dueños.