El primer baño del cachorro

Muchos propietarios no ven la hora de bañar a su cachorro, sin embargo, hay que tener paciencia y esperar al momento adecuado para ello. Jamás se debe bañar a un cachorro antes de los 45 días de vida y aún así, debe tener por lo menos alguna vacuna puesta, seguir las medidas higiénicas y sanitarias pertinentes, es decir, bañar al cachorro dentro de casa, a una temperatura cálida y evitar en todo momento corrientes de aire. Cuanto más puedas retrasar este momento mejor, porque así tu cachorro tendrá más defensas y el ph de su piel más definido para evitar problemas dérmicos.

Hasta entonces, puedes limpiar a tu cachorro en seco, ayudándote de toallitas húmedas (las venden en tiendas de mascotas y dejan un suave perfume en el pelo del perro) o de una esponja humedecida en agua tibia, y un buen cepillado varias veces a la semana para eliminar pelos y restos de suciedad.

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A la hora de enfrentarte a la hora del baño, debes tener todo lo necesario preparado:

• La bañera o barreño con agua templada entre 38 y 40 grados a la altura de su cuello.
• Una temperatura cálida dentro de la habitación, evitando corrientes de aire.
• Champú específico para cachorros, para evitar dermatitis o irritaciones en la piel (jamás utilizar un champú de humanos porque el Ph de la piel es diferente).
• Una toalla para el secado.
• Un peine o cepillo (dependiendo de la longitud del pelo) para eliminar el pelo sobrante.
• Un secador.

El primer contacto con el agua debe hacerse de forma suave, para que no se convierta en algo traumático. Yo siempre recomiendo dar un buen paseo para dejar agotado al cachorro y así evitar una sobrexcitación a la hora de bañarse. Dicho esto, introduce lentamente al cachorro en el agua mientras lo acaricias y le susurras SHH. Nunca levantes la voz o grites, porque si te excitas tú, pondrás más nervioso al cachorro.

No olvides elogiar a tu cachorro si se porta bien, así como acariciarlo, de forma que asocie la hora del baño con un momento agradable. No seas brusca lavándole, intenta masajearlo mientras le pones el champú para que a la vez se relaje. Si hace falta, ayúdate de otra persona durante las primeras veces. Es fundamental que evites que el agua vaya a los ojos y a los oídos. Es de las cosas que más detestan los perros, así que de esa limpieza ya te encargarás cuando el cachorro salga de la bañera, con ayuda de un algodón humedecido con agua.

Enjuaga bien al cachorro con la ayuda de la ducha, recordando siempre mantener el agua templada: no hay que quemarle la piel pero tampoco enfriarle, cualquier error en este sentido puede llevar a que la hora del baño se convierta en un episodio traumático para el cachorro.

A continuación, envuelve con la toalla a tu cachorro para quitarle la humedad y haz que el secado se convierta en un juego: deja que juegue con la toalla, tírasela por encima, permítele que se restriegue sobre ella, etc y utiliza el mismo tono de voz que usas para los momentos de juego con él.

No uses el secador por primera vez el primer día del baño. Debes intentar días antes que el cachorro se familiarice con el ruido del secador y con el aire del mismo para que la hora de secado tampoco le resulte una experiencia desagradable, sino algo familiar de lo que no hay que temer.

Si sigues estas pautas, no tendrás problema en bañar a tu cachorro las siguientes veces. ¿Cada cuanto bañar al cachorro? Una vez al mes sería suficiente, pero si eres muy maniática de la higiene, puedes hacerlo cada 15 días, pero siempre recomiendo hacer uso del cepillado y de las toallitas húmedas para librarse de la suciedad superficial, y una vez al mes, el baño de rigor.

Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”