Cómo presentar un perro y un gato para una convivencia

Los perros y gatos son animales de compañía que muchas familias tienen en sus hogares. Sin embargo, desde hace muchos años, se ha creído que no pueden ser compañeros en el mismo hogar. Una creencia que en realidad, es totalmente falsa. ¿Cómo presentar un perro y un gato?

Aunque estos pequeños compañeros de vida no son los mejores amigos por naturaleza, tampoco es imposible poder crear una amistad sólida entre ellos. 

¡Los perros y los gatos pueden ser amigos!

Crear un proceso de amistad entre un perro y un gato debe hacerse poco a poco.

En estos momentos, la socialización es la clave.

La socialización se encargará de adaptar a un perro o gato para tener una mejor convivencia, juntos bajo el mismo techo. 

La socialización es una técnica utilizada para todos los animales de compañía que se establecen dentro de una misma casa, pero lo más común es realizar esta práctica entre animales que se han conocido desde hace años como “poco amistosos”; como el perro y el gato.

Trabajar los estímulos y entornos de un perro o gato puede ser un proceso largo.

Por ese motivo, se recomienda comenzar desde una edad muy temprana, es decir, cuando son cachorros. 

Educar a un perro a que no ataque a un gato o viceversa, significa manejar las conductas impulsivas que puede tener ante la presencia de la otra especie, de ahí la importancia de la socialización. 

Existen casos donde la educación del perro no ha sido posible realizarla desde que éste es un cachorro, por lo que es importante seguir una serie de pautas que ayudarán a evitar incidentes en el hogar.

El adoptante debe saber:

  • El perro podría no adaptarse al gato de la manera que se espera. En caso de que eso ocurra, se deberá consultar un especialista. Estos expertos son los etólogos. Ellos son intermediarios en las presentaciones, adaptaciones y mediadores en las llegadas de nuevos integrantes a las familias.
  • La convivencia no siempre será posible formarla dentro de un hogar donde vivan un perro y un gato. En muchas ocasiones las buenas acciones que el adoptante realice podrían no ser suficientes para formar un vínculo familiar para los dos animales. Sin embargo, no hay que perder la esperanza, tener paciencia y confiar en que al final se logrará la convivencia feliz.

Nota: Es muy común escuchar a personas que explican que un perro y un gato no pueden tener una relación estable en un hogar.

Aunque ambas especies son diferentes y sus reacciones varían dependiendo de sus actos, los perros pueden tener una convivencia sana con un gato.

La gran clave es que, sus adoptantes aprendan el proceso para presentarlos como debe ser para que puedan llegar a ser los mejores amigos.

Lo importante es seguir las pautas correctas desde el inicio de la relación y la presentación debido a que será lo que marcará el futuro exitoso entre las mascotas.

cómo presentar un perro y un gato

Periodo de observación durante la socialización 

Durante el proceso de socialización entre el perro y el gato, es necesario e importante observarlos con detenimiento.

Esta observación es con el propósito de estudiar el comportamiento entre ellos. 

Pueden ocurrir situaciones de desconfianza entre ambos y que sucedan episodios de rivalidad pero no hay que temer ni desistir.

Durante esos momentos difíciles, aunque parezca un reto imposible la socialización, lo importante es frenar el mal comportamiento y potenciar nuevamente un acercamiento positivo. 

Nota: El instinto de un perro o un gato por perseguir a algún animal, es un comportamiento natural y común que puede deberse a la mala socialización.

No obstante, no solo se trata de eso: puede ser un instinto más propio del perro.

Por eso la gran importancia de mantener la observación mientras ocurre toda la socialización. 

Momento de la presentación entre un perro y un gato

La presentación es la base fundamental para que una relación entre un perro y un gato sea exitosa. 

  • Establecer un espacio para cada uno: 

En los momentos previos a la presentación entre el perro y el gato, el adoptante deberá establecer los espacios que utilizará cada uno dentro de la casa.

Es importante que se respeten los espacios mientras el proceso de adaptación transcurre. 

A veces puede ser un proceso muy rápido, pero en otros casos es importante tener mucha paciencia. 

Cada uno deberá tener su espacio, con:

  • Cama.
  • Comedero.
  • Bebedero.
  • Juguetes.

Es importante que los utensilios del perro o gato estén en el lugar de siempre ante la llegada de la nueva mascota.

De esta forma se evitarán cambios bruscos en el animal.

Por ejemplo: Si en casa hay un perro y está acostumbrado a buscar sus juguetes en un lugar específico de la casa, se deben mantener de la misma manera.

Así, el perro no sentirá invasión en su espacio habitual y la adaptación con el gato más sencilla.

  • Espacio para el primer encuentro entre ambos: 

Es muy importante el lugar donde se hará la presentación.

Debe ser un espacio seguro para ambos. Si un gato es el nuevo miembro de la familia, lo ideal será que tenga un lugar donde pueda refugiarse en caso de que el perro lo persiga. 

Para el gato sería de gran ayuda tener en casa estanterías especiales para que pueda trepar. También es recomendable tener rascadores para que se sienta mejor y más cómodo. 

  • Atar al perro:

El primer encuentro podría ser el más difícil del mundo o el mejor para ambos animales.

En cualquiera de los casos, es recomendable hacer la presentación con el perro atado a su cadena. Así se tendrá la seguridad de que no atacará al gato con solo verlo.

La reacción del perro podría ser la más brusca en el momento del primer encuentro, sin embargo, ambos podrían estar alertas y asustados o molestos y agresivos. 

Recuerda que no se debe tensar la correa bajo ninguna circunstancia porque puede lastimar al perro, la recomendación de atarlo es solo por precaución.

  • Nunca se debe dejar al perro y gato solos en una habitación:

Cuando se inicia el proceso donde ambos se están conociendo, no se deben dejar solos en ningún momento, sobre todo en el mismo espacio.

El adoptante siempre tiene que estar presente para evitar cualquier posible ataque. 

  • Premiar el buen comportamiento: 

Aunque podrían tener encuentros poco agradables para sus adoptantes, seguramente existirán situaciones en donde ambos animales puedan convivir muy bien.

Cuando esto suceda, será importante premiarlos por su buen comportamiento. 

  • Ambas mascotas debes estar tranquilas:

Antes del primer contacto, es necesario que ambas mascotas se encuentren tranquilas y serenas.

Asimismo, se debe tratar de que los animales estén acompañados por una persona (cada uno de ellos), para que sea más fácil controlar la situación en caso de que algo salga mal. 

  • Acercamiento voluntario: 

Forzar una proximidad física entre el perro y el gato puede ser perjudicial para la convivencia entre ellos.

Un grave error es forzar un vínculo para que se acerquen. Actuar de esa manera, solo logrará que se lastimen mutuamente. 

Lo más responsable por parte del adoptante es dejar que ambos decidan en momento de hacer un acercamiento.

cómo presentar un perro y un gato

Algunos pasos a seguir en la presentación

  1. Antes de que el gato llegue a casa, dejar al perro en una habitación donde se sienta cómodo y seguro.
  2. Una vez el gato esté en casa, dejar salir al perro y que huela con detenimiento cada rincón. Será más sencillo que perciba el olor del gato poco a poco y que no se sorprenda cuando lo encuentre después.
  3. Una vez pasado un tiempo prudencial, una hora aproximadamente, será el momento de la presentación. El adoptante deberá tomar en sus brazos al gato y dejar que el perro lo olfatee. Si nota que el perro se pone en señal de ataque, gruñe e intenta agredir al gato, con firmeza deberá decir “NO”.

Nota: Este mismo proceso se recomienda si el perro es el nuevo integrante de la familia. 

Tener en cuenta:

  • Si el gato está alerta, es algo normal. Pero si se nota que comienza a tener una posición de amenaza, coloca sus orejas hacia atrás y sus pelos se erizan, lo más recomendable es sacar al perro de la habitación.
  • Cuando el perro mira con detenimiento al gato, permanece quieto y de un momento a otro comienza a gruñir y enseñar los dientes, está claramente dando la señal de que está próximo a atacar.

Importante: Ante la llegada de un gato o un perro en el hogar, es importante recordar que son individuos diferentes.

De igual manera, si es posible, la adaptación será mucho mejor si ambos son cachorros, para que el proceso de socialización sea menos complejo.

¿Si tengo un perro, puedo adoptar a un gato?

Antes de adoptar a un gato es importante considerar algunos factores.

Adoptar a un minino parece ser algo muy bonito.

Sin embargo, si la familia tiene un perro, el gato podría no adaptarse. 

Normalmente el gato se adapta, pero en algunas situaciones, no. 

No es recomendable adoptar a un gato, si:

  • El gato tiene más de 3 años.
  • En casa hay un perro de raza cazadora o nórdica.
  • Hay una perra embarazada en el hogar.
  • Es un felino agresivo o destructor.

Si se descartan todas las situaciones mencionadas, la posibilidad de poder tener éxito en la convivencia y relación de ambas mascotas, será muy alta.

Razones por la que un gato podría atacar a un perro

La presencia de un gato en un hogar donde ya vive un perro, no tiene por qué crear el sentimiento de incomodidad ni comportamientos agresivos en el perro.

Tampoco es de extrañarse que pueda suceder, debido a que los gatos son animales que pueden alterarse con facilidad cuando cambian bruscamente de entorno.

El carácter del gato también dependerá mucho de las dificultades que afronte para la adaptación.

Un gato que llega al hogar puede atacar al perro por algunas razones:

  • Falta de socialización con los perros: 

Si se adopta un gato adulto, esta podría ser la razón de su comportamiento agresivo hacia un perro. Seguramente cuando era un gato bebé nunca tuvo contacto con uno.

  • Vivió alguna experiencia negativa con un perro:

Cuando el gato es rescatado de la calle, existe una alta probabilidad de que haya tenido encuentros poco favorables con perros callejeros.

Esto ocasiona que el convivir con uno pueda resultarle muy difícil.

  • El perro en casa no respeta los límites del felino:

Si el perro es muy juguetón, no será capaz de reconocer las advertencias que el gato le envíe para que deje de molestarlo o que simplemente se aleje.

El mecanismo de defensa del gato será arañar y morder.

Es importante que los adoptantes tomen en cuenta que los gatos manifiestan agresividad cuando viven situaciones que han sido traumáticas o estresantes para ellos.

Esta realidad muy común, podría desencadenar los comportamientos agresivos hacia el perro.  

En estos casos, es importante contar con la asesoría de un experto.

Los especialistas en el comportamiento podrán determinar la razón por la cual el gato es agresivo hacia el perro y cuáles pueden ser las soluciones hacia el problema.

Conclusión

Incorporar al nuevo miembro de la familia es sin duda una nueva experiencia para todos en el hogar.

El problema surge cuando se debe hacer una presentación ante un animal que ya vive en casa.

Podría ser un problema con solución rápida debido a la adaptación, pero no suele ser tan sencillo cuando estos animales son el perro y el gato, en algunos casos.

La amistad entre un perro y un gato no tiene por qué ser como lo definen muchas personas.

Aunque podría tratarse de un proceso de adaptación más complejo que con otra mascota, un perro y un gato pueden ser excelentes compañeros en el hogar y buenos amigos para toda la vida.

Un ejemplo de un encuentro favorable fue el que tuvo Uma, una perrita mestiza que nació en un hogar rodeado de gatos, que con un año conoció a una gatita callejera muy amigable, seguramente sin malas experiencias con perros.

Los perros y los gatos pueden ser compañeros de vida, también pueden tener algunas diferencias pero al final lo importante es lograr la buena convivencia por el bien de toda la familia. 

Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino “Cómo Educar a un Cachorro”

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